Durmiendo, cruzado de piernas y semidescalzo, el acusado de matar a su madre y su tía presencia los argumentos de las partes. Debió ser reingresado porque se cortó la transmisión en su celda.
Nicolás Gil Pereg regresó este miércoles a la sala donde se realiza el juicio por jurados en su contra, por el doble asesinato de su madre Pyrhia Saroussy (63) y su tía Lily Pereg (54), ocurrido en 2019 en Guaymallén.
El israelí se encontraba siguiendo el debate vía streaming, en una pantalla que se le había colocado en su celda contigua, en el Polo Judicial Penal. Sin embargo, hubo problemas con la transmisión, por lo que debió ser trasladado al recinto.
Así, por tercera vez Pereg dio presente en el juicio y se mostró somnoliento, sin prestar atención a los alegatos de la Fiscalía y la querella, cruzado de piernas y semidescalzo, con una de sus sandalias en el piso.
Luego, mientras argumentaban su representante legal, Maximiliano Legrand, se lo observó un poco más activo y atento.
El martes, el acusado decidió declarar ante las partes y clamó inocencia: "Yo no maté a nadie, me acusan porque soy raro y por mi forma de vida", aseguró.
"Se llevaron mis armas en el primer allanamiento, luego me detuvieron y justo al otro día, supuestamente, encuentran los cadáveres. Han encontrado cosas que ellos mismos han plantado", continuaron los dichos del israelí.
También habló de su relación con su madre y explicó que no sería capaz de matarla: "Jamás podría haberle hecho algo malo a ella; para mí es todo y yo no puedo vivir sin ella. Vino a visitarme para ver cómo vivo y la han secuestrado, la tienen en un lugar oscuro", refirió.
Fuente: El Sol
