Patética jornada en el Congreso de la Nación Argentina en la Cámara baja (Cámara de Diputados de la Nación). Poca fue la actuación representativa y democrática que hicieron los legisladores de la oposición, en este caso los mendocinos encabezados por Cornejo quien debía presentarse el día de hoy a votar el régimen previsional de los trabajadores vitivinícolas, quienes desde hace 20 años vienen reclamando que las condiciones se equiparen a los demás trabajadores rurales, y no lo lograron culpa de caprichos personales de Cornejo, quien es mendocino y una vez más, se ciñó a sus caprichos.
Este protagonismo que pregonan los partidos políticos fomentan la corrupción en nuestro país, ya que son el primer eslabón para asegurar que las cosas que no quieren: se tapen.
Aquí no son relevantes los intereses personales de los representantes políticos, sino que importan y deben ser escuchados los intereses del pueblo, que cuando tienen la posibilidad de ser tratados, son negados rotundamente por cuestiones netamente partidistas y poliquiteria barata.
El único diputado que parece haber escuchado, y haber sido fiel a los intereses del pueblo Mendocino por parte de la oposición, fue Federico Zamarbide, quien se hizo presente cumpliendo con su deber y con su trabajo; para el cual el pueblo lo eligió.
Parece que no son suficientes los argumentos representativos y democráticos que tiene nuestro Estado nacional (art. 1 Constitución Nacional), ya que esto no bastó para que los legisladores, responsables para con la gente, fueran a cumplir con su tarea, una muy simple, que era sentarse y decirle sí al pueblo.
Una vez más nos abandonaron a los mendocinos, y esta vez en un sector fundamental, los protagonistas de una actividad esencial para Mendoza: la vitivinicultura.
Firma: Lucas V. Vavalá
Estudiante de Derecho y referente de “Ciudadanos” en San Rafael.