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Las Malvinas hoy y dónde estamos parados los argentinos

Los países tienen en la actualidad dos formas y sólo dos de dirimir sus disputas y controversias: con la guerra y con la negociación diplomática. Descartamos la guerra que sólo trae destrucción total, muerte y sufrimiento extremo de los ciudadanos. La otra forma de dirimir los conflictos y disputas es a través de la negociación diplomática, que a veces insume décadas. 


En la guerra el que gana se queda con todo; el vencido pierde todo. En cambio, en la negociación ambas partes ceden un poco, a veces una más que la otra, pero evitan la guerra y la sangre de los inocentes. Un buen ejemplo es la llamada del “Guerra del Pacifico” en la que, en 1874, ingresan Chile contra Bolivia y Perú como aliados. En esa guerra antes de comenzar el conflicto bélico el territorio chileno llegaba hasta Copiapó, que está a la altura de la provincia de San Juan. Al terminar la guerra, Chile que fue vencedor, llevó su territorio hasta las ciudades de Tacna, Arica e Iquique que eran peruanas. Arica se encuentra a unos 900 kilómetros al norte de Jujuy. Por su parte, Bolivia perdió definitivamente su salida al mar por el puerto de Antofagasta, territorio que Chile anexó como derecho del vencedor de la guerra.
En la guerra el que gana se queda con todo, y por más presiones internacionales que Bolivia ha hecho desde entonces, nunca pudo revertir la pérdida de su salida al mar. Los peruanos aprendieron la lección y luego de más de veinte años de negociación diplomática, consiguieron que Chile les devolviera la ciudad de Tacna, aunque Perú renunció definitivamente a Arica e Iquique.

Bolivia en cambio eligió la guerra, fue aniquilada y humillantemente derrotada en Calama, e intentó posteriormente obtener lo que se proponía con presiones internacionales en la OEA. en la ONU y llegando incluso a la Corte Internacional de Justicia de la Haya e incluso a Su Santidad el Papa para recuperar su salida al mar. El resultado: Nada. Nada de nada.

Los argentinos tenemos mucho que aprender de esta penosa experiencia boliviana/peruana: perdimos la guerra de las Malvinas, pero aún estamos a tiempo de negociar. Perú recuperó la ciudad de Tacna de parte de Chile 20 años después de terminar la guerra gracias a la negociación diplomática, aunque para ello, debió ceder definitivamente sus derechos soberanos en Iquique y Arica. Entre perder todo y perder una parte, aunque sea la mayor, no hay demasiado para meditar, ¿no?

La negociación comienza con el acercamiento entre las partes en conflicto. Luego viene el diálogo –que en nada compromete a las partes, pero les permite conocerse mejor– y finalmente viene la negociación.

Argentina, el Reino Unido y los isleños debemos comenzar a acercarnos para llegar algún día a negociar con realismo y seriedad y no terminemos con la frustración humillante boliviana que padece con su pérdida definitiva de la salida al mar.

¿Y cuándo nos podría ocurrir semejante calamidad? El día que la monarca británica o quien la suceda conceda por su “graciosa concesión” la soberanía a las islas como país independiente, aunque permaneciendo en él la “comunidad británica de naciones”. Dentro de 14 años se cumple el bicentenario de la usurpación británica de las islas. Es una “muy oportuna” ocasión para que las Malvinas sean declaradas “país independiente” menos quedarnos de brazos cruzados, ¡algo debemos hacer!

Por: Jorge Lidio Viñuela
Ministro Plenipotenciario (r)
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