Dos hermanas con ánimos de crecer, decidieron llevar a cabo modificaciones en una vivienda familiar para desarrollar allí un multiespacio “basado en el emprendimiento”. Gisela Andreola (39), una de ellas, dialogó al respecto y brindó detalles a La Ventana San Rafael.
Este espacio funciona en modalidad Coworking, pero en vez de alquilarse oficinas, aquí se dan talleres. “Son talleres en modalidad Coworking para mujeres que quieran emprender, dar sus talleres de lo que hicieran (manualidades, arte, oficios), nosotras les damos el espacio para que ellas puedan tener un lugar donde dar sus clases, y tener sus alumnas”, expresó Andreola y agregó: “El espacio surge porque mi hermana y yo venimos de padres y abuelos comerciantes, de talabarterías. Venimos de comercios desde muy chiquititas, y de talabarterías que es un espacio del puestero, del varón, como que la mujer mucho no tiene que ver, entonces nosotras queríamos dar talleres de cuero para mujeres, pero somos mamás, trabajamos, entonces como que el espacio no era compatible. Encontramos un lugar que es la casa de mis abuelos, donde tuvieron su primer negocio, quedó sola la casa entonces con Vanina (mi hermana), dijimos ‘es ahora o nunca’. No teníamos nada, no teníamos un peso, fue en el invierno que pasó y dijimos ‘bueno, con lo que hay’. Usamos unas pinturas que teníamos en la casa, unas herramientas y todos los días del invierno que pasó nos íbamos las dos a remodelar la casa y el espacio. Hemos hecho hasta de albañiles y lo hicimos mirando tutoriales. Lo único que no hicimos fue electricidad porque no nos animamos”.
De a poco armaron este lugar, pero se encontraron con su maternidad que “si bien ata bonito, ata”, entonces llevaron a cabo mucha catarsis entre las dos, de cuándo era el momento de hacer cosas por ellas. “Venimos de emprendedores, de la ‘cultura del laburo’”, advirtió. En el caso de Gisela, tiene tres varones y cumplirá 20 años de casada. Hace algunos años, se recibió de técnica en Orientación Familiar. En el caso de su hermana Vanina, es mamá de dos nenas pequeñas. “Dijimos ‘no nos quedemos solamente con esto de dar talleres, ¿por qué no vemos cómo podemos hacer para que otras mujeres, otras mamás, puedan tener un lugar donde poder dar sus clases, donde poder emprender?’”. Frente a ello, se pusieron a investigar el concepto de Coworking y lo adaptaron para que sirviera en aulas-talleres. Actualmente, poseen varios talleres activos, entre ellos de moda, costura, porcelana fría, bolsos materos, goma eva 3D, cocina, macramé, varios diferentes de croché, expresión corporal y algunos otros. Los más convocantes han sido los talleres de moda, porcelana, bolsos materos y carteras. Además, se dan clases “para aprender a emprender”, para que aquellos productos que hagan con sus manos, les generen beneficios y que sean emprendimientos crecientes.
Cabe decir que es un lugar de contención en el que hay mucha sinergia y empatía, razón por la cual está exclusivamente destinado a mujeres, ya que allí pueden compartir más que un taller: un sitio para hablar de diversos temas que les son de interés. “Está hecho de mamás a mamás, inclusive tenemos una sala para que puedan lactar, pueden ir con su bebé. Al ser todas mujeres, se crea un espacio que genera confianza. Surgen temas en los que quizás se necesita el apoyo de otra mujer”, aclaró.
Una vez al mes, llevan a cabo un showroom que permite dar a conocer lo que han producido. Se puede saber más, ingresando a las redes sociales de Gisela Andreola o de “Muma multiespacio”.
