El dermaplaning es una técnica que se realiza en gabinete de exfoliación manual con un bisturí especial.
Se hizo popular en Estados Unidos siendo la rama que más se utiliza, pero uno de sus orígenes es en Japón, donde se llama Kao Sori.
Se trata de “rasurar” el rostro con un bisturí redondeado específico para este fin. No sirven los comunes ya que tienen otra punta y pueden ser peligrosos. Con esta exfoliación no solo logramos afeitar los pelitos sino también llevarnos piel muerta logrando así un Peeling mecánico y un glow al instante.
El pelo no vuelve a salir más duro, eso es un mito. El vello vuelve a crecer como lo hace normalmente.
El objetivo del dermaplaning no es depilar sino exfoliar.
Los beneficios se ven al instante, es ideal para antes del maquillaje. Al no usar ningún tipo de ácidos como en los peelings tradicionales es apto embarazadas. No es recomendable en pieles con acné muy activo, si para pieles sensibles controlando el antes y después.
No duele, no molesta, puede realizarse todo el año siempre cuidándose del sol con protección solar, gorro, anteojos y no exponiéndose fuera de los horarios permitidos.
Ayuda a mejorar las marcas de acné, a revitalizar la piel, a mejorar la textura, poros dilatados y puntos negros.
No es lo mismo que rasurarse la cara en casa, tiene su técnica específica y es peligroso hacerlo sin los cuidados necesarios.
*Belén Garrido, Cosmetóloga y Cosmiatra (@belugarrido)
Fuente: Press Lab
