Hay quienes consideran que “la felicidad es una mezcla equitativa y justa de salud, dinero y amor (el orden de las palabras lo pone el lector). Mendoza viene perdiendo en salud, problema que cada vez se hace notar más; dinero… bueno, hoy por hoy, bastante ligado a la palabra anterior, el dinero no sirve para pagar lo que falla en salud; y el amor que se tiene por la provincia que ha visto nacer a millones de personas, se diluye de a poco, producto de un sistema republicano inexistente.
El gobernador Rodolfo Suárez no cumple. No cumple con su palabra y simplemente, dejándose llevar por medidas muy poco trabajadas, no cumple con lo que critica de partidos políticos distintos al suyo.
El personal de salud está a la espera de mejores condiciones laborales, teniendo en cuenta el duro lugar que le toca ocupar en medio de una pandemia sin precedentes. Si bien se puede tildar de desastroso el manejo que el Gobierno nacional ha hecho simultáneamente del coronavirus y de la economía, no es menos cierto que el Gobierno de Mendoza no supo brindar respuestas a un sector que viene golpeado desde hace años, y que es uno de los más necesarios para estar a la vanguardia. Médicos y enfermeros ganando miserias, mientras la clase política -de la cual el radicalismo suele mostrarse ajeno en materia de corrupción- no ha pensado jamás en evitar gastos o reducirse sus propios sueldos, los que son totalmente injustificados. Ofrecen un bono de 28 mil pesos, a pagar en 4 cuotas a partir del 10 de agosto (es decir 7 mil pesos por mes): una burla para quienes se arremangaron contra una pandemia. Por otra parte, el tratar al sector sanitario de “héroe”, es una frase hecha muy típica por estos días. Curioso es que no se los trata así, si se tiene en cuenta lo que un trabajador de la salud debe hacer para llegar a fin de mes.
Mendoza es hoy una provincia empobrecida, que no despega, insegura, en la que abunda la droga aunque no se note demasiado. Y si bien se trata de una esfera federal, perfectamente la policía provincial podría buscar a centenares de delincuentes que habitan el suelo mendocino. En San Rafael hay varios, tenemos algunos nombres y fotos de ellos, y si los pudo conseguir un medio de comunicación, perfectamente lo puede hacer la principal fuerza pública. La inseguridad lastima mucho y muy seguido, es algo que podría trabajarse con más regularidad, pero no se hace.
Si el gobernador Suárez quisiera, podría solucionar gran parte de toda nuestra problemática… insistimos: si quisiera.
Mendoza es hoy una provincia empobrecida, que no despega, insegura, en la que abunda la droga aunque no se note demasiado. Y si bien se trata de una esfera federal, perfectamente la policía provincial podría buscar a centenares de delincuentes que habitan el suelo mendocino. En San Rafael hay varios, tenemos algunos nombres y fotos de ellos, y si los pudo conseguir un medio de comunicación, perfectamente lo puede hacer la principal fuerza pública. La inseguridad lastima mucho y muy seguido, es algo que podría trabajarse con más regularidad, pero no se hace.
Si el gobernador Suárez quisiera, podría solucionar gran parte de toda nuestra problemática… insistimos: si quisiera.
