En su participación, la diputada nacional fue categórica y dejó en claro que, si las penas son justas y llegan a tiempo, el Estado legitima su rol: “Quienes cometen actos atroces deben cumplir sus condenas”.
La legisladora nacional Claudia Najul (UCR - Juntos por el Cambio) expuso en una nueva jornada de la Asamblea Pública que convocó la Suprema Corte de Mendoza. El debate se centra en la constitucionalidad de la prisión perpetua, a partir del fallo del juez Martiarena en 2019, en el cual rechazó la máxima pena prevista en el Código Penal amparándose en tratados internacionales.
Najul aclaró, tal como lo había hecho en ocasiones anteriores, que le corresponde al Congreso legislar sobre delitos y penas, y en ese sentido, es garante de la constitucionalidad y la convencionalidad de las normas que sanciona.
“La sanción de delitos como homicidios calificados, secuestros extorsivos o abusos sexuales seguidos de muerte, que según nuestro marco legal pueden significar la prisión perpetua, guarda estrecha relación con la gravedad de los hechos. Quienes cometen estos actos atroces deben cumplir las condenas correspondientes”, afirmó.
Es sabido que la agenda de género ocupa un lugar prioritario en la actividad parlamentaria de Najul. En la audiencia tomó de ejemplo el delito de femicidio, repasando detalladamente la violencia asociada a los crímenes contra las mujeres, para luego preguntarle al público: “¿Creen ustedes que la pena impuesta a los casos de femicidio resulta excesiva, desproporcionada o injusta? El eje de la discusión debe ser, siempre, el bienestar de las víctimas, de los niños y niñas que ya no tienen a su madre, a las familias que quedan destrozadas”.
Por último, quien fuera ministra de Salud de la provincia, pidió trascender la discusión maniquea entre garantismo y mano dura, y enriquecer el debate. “Si las penas son justas y llegan a tiempo, el Estado legitima su rol. La sociedad se motiva a cumplir con la norma y, sobre todo, descarta la posibilidad de hacer justicia por mano propia. Por el contrario, si las penas son injustas o a destiempo, generan caos, desconcierto y descrédito en las instituciones. Debemos ser categóricos y estar siempre del lado de las víctimas y la justicia”, cerró.
