El cronograma de habilitaciones que llevaba adelante la gestión de Suarez quedaría en pausa, a raíz de la confirmación de 11 casos positivos en Las Heras.
Un cumpleaños celebrado el pasado martes 26 de mayo, con al menos unas 20 personas que violaron la cuarentena, dejó un saldo de 11 personas infectadas de coronavirus en Mendoza, con epicentro en el barrio Espejo de Las Heras. Este brote de contagios obligó al gobierno provincial a frenar su plan de flexibilización, mientras las autoridades debaten este lunes sobre la posibilidad de endurecer la cuarentena.
El gobernador Rodolfo Suarez convocó a una reunión de urgencia en Casa de Gobierno con sus funcionarios. La emergencia determinó incluso que la ministra de Salud, Ana María Nadal, tuviera que suspender su presencia en un acto oficial en Luján junto al intendente Sebastián Bragagnolo.
La confirmación de los tres primeros casos positivos (una pareja y su hijo) despertó las alarmas. Las sospechas apuntaban a un camionero, padre de la mujer y abuelo del menor infectados, que estuvo en Buenos Aires, cerca de la zona roja de contagios. Pero el primer testeo al transportista aislado ahora en el Hospital Lencinas dio negativo, lo que generó nuevas preguntas sobre el nexo epidemiológico.
El camionero, que habría participado de ese cumpleaños clandestino (porque no se realizó un fin de semana o feriado y excedió el límite de 10 personas) y también realizó mudanzas a Godoy Cruz y Guaymallén, será sometido a nuevos análisis para determinar si estuvo expuesta al virus, pero que ya se recuperó.
Este domingo se confirmaron 8 nuevos casos positivos: 7 pertenecen al mismo grupo familiar.
Mientras en Buenos Aires se acumulan las voces de funcionarios que advirten sobre la necesidad de endurecer la cuarentena y retroceder de fase a raíz del incremento de los contagios de coronavirus, en Mendoza no estaría en los planes de las autoridades -al menos por el momento- dar marcha atrás con medidas como la reapertura de restaurantes y bares o los encuentros familiares durante los fines de semana, entre otras.
Pero el cronograma de flexibilizaciones que llevaba adelante el gobierno de Suarez, gracias a una situación epidemiológica que parecía controlada en Mendoza, inexorablemente se frenará. Así, los pedidos para reabrir templos religiosos, gimnasios, shoppings y algunas actividades turísticas tendrán que seguir esperando.
El gobernador Rodolfo Suarez convocó a una reunión de urgencia en Casa de Gobierno con sus funcionarios. La emergencia determinó incluso que la ministra de Salud, Ana María Nadal, tuviera que suspender su presencia en un acto oficial en Luján junto al intendente Sebastián Bragagnolo.
La confirmación de los tres primeros casos positivos (una pareja y su hijo) despertó las alarmas. Las sospechas apuntaban a un camionero, padre de la mujer y abuelo del menor infectados, que estuvo en Buenos Aires, cerca de la zona roja de contagios. Pero el primer testeo al transportista aislado ahora en el Hospital Lencinas dio negativo, lo que generó nuevas preguntas sobre el nexo epidemiológico.
El camionero, que habría participado de ese cumpleaños clandestino (porque no se realizó un fin de semana o feriado y excedió el límite de 10 personas) y también realizó mudanzas a Godoy Cruz y Guaymallén, será sometido a nuevos análisis para determinar si estuvo expuesta al virus, pero que ya se recuperó.
Este domingo se confirmaron 8 nuevos casos positivos: 7 pertenecen al mismo grupo familiar.
Mientras en Buenos Aires se acumulan las voces de funcionarios que advirten sobre la necesidad de endurecer la cuarentena y retroceder de fase a raíz del incremento de los contagios de coronavirus, en Mendoza no estaría en los planes de las autoridades -al menos por el momento- dar marcha atrás con medidas como la reapertura de restaurantes y bares o los encuentros familiares durante los fines de semana, entre otras.
Pero el cronograma de flexibilizaciones que llevaba adelante el gobierno de Suarez, gracias a una situación epidemiológica que parecía controlada en Mendoza, inexorablemente se frenará. Así, los pedidos para reabrir templos religiosos, gimnasios, shoppings y algunas actividades turísticas tendrán que seguir esperando.
Fuente: El Sol
