Rachel Morton tenía varias llagas en la boca, no sanaban y decidió ir al médico pero nunca se imaginó el pronóstico demoledor que iba a recibir.
Una joven, llamada Rachel Morton, tenía llagas en su boca y creyó que era algo común a causa del estrés que sufría ante los primeros exámenes en su carrera como estudiante de Psiquiatría.
Luego de un tiempo, se dio cuenta que las llagas no se curaban y decidió ir al médico porque su lengua había empezado a deformarse a causa de estas.
En diálogo con el medio británico Daily Mail, la joven contó que pasó por varios especialistas. Uno le recetó antibióticos y analgésicos, otros creyó que se trataba de un hemocromatosis, una enfermedad hereditaria en la que se acumula mucho hierro en el cuerpo.
Sin embargo, ella seguió con las llagas, pero se le sumaron labios rojos e inflamados, cansancio corporal, sarpullido alrededor de la cara, úlceras e infecciones en el oído, sinusitis y dolores de amígdalas. Hasta que se topó con un doctor que dio con el diagnóstico correcto pero a la vez desolador.
Las llagas eran parte de los síntomas de una grave enfermedad
Tras dos años sin encontrar un diagnóstico correcto, le realizaron una biopsia y le detectaron cáncer de lengua una semana antes de Navidad en 2020. Lo que continuó con la extirpación de la lengua, dos ciclos de quimioterapia y 30 de radioterapia. Sumado a la reconstrucción de la lengua con parte del tejido de una de sus piernas.
Una calvario que tuvo que atravesar para seguir viviendo. A esto se le sumó tener que volver a aprender a caminar y a hablar después de someterse al tratamiento que le salvó la vida.
Afortunadamente, pese a todo lo que tuvo que pasar, pudo seguir estudiando y en 2021 fue declarada libre de cáncer. Hoy en día, busca concientizar a los más jóvenes acerca de los posibles síntomas de cáncer de lengua con su ejemplo de superación personal.
