El 27 de enero, la familia fue a su terreno para pasar la tarde, cuando se encontraron con cinco hombres en uno de los galpones. Cuando pidieron que se fueran, el hombre del corralón les dijo que se fueran ellos y que él llamaría a la policía. Sin saber qué sucedió después del llamado, el hombre se comunicó con otros amigos que acudieron al lugar para sacar a la familia, que terminó siendo un grupo de diez personas.
Alberto trató de evitar el ingreso del grupo, pero el portón fue derribado y él fue atacado por varios de los hombres, mientras que su esposa también recibió algunos golpes. La pareja y sus hijos tuvieron que huir mientras los usurpadores se quedaron a comer un asado.
La víctima y su esposa fueron a un hospital para curar las heridas de Alberto, y luego hicieron una denuncia ante la policía. Sin embargo, la denuncia fue caratulada como una "riña" por el ayudante fiscal, lo que la víctima considera una injusticia, ya que fue una agresión violenta.
La familia ahora tiene miedo de regresar a su terreno, y el video grabado por Nadia, que muestra la golpiza, fue compartido sin audio porque se pueden escuchar los gritos y llantos de los hijos durante el episodio.
Con información de Mendoza Post
