Sin ánimos de defender un feriado muy cuestionable por su razón, también se volvió cuestionable la falta de seriedad del gobernador Suárez que –en ánimos de quedar bien vaya a saber uno con quién– en algunas pocas horas confundió a toda la población mendocina, que no supo si hoy 20 de diciembre sería feriado o no.
Ayer lunes el presidente Alberto Fernández decretó un feriado nacional para este martes –según dijo– “con el fin de que el pueblo argentino pueda festejar y compartir con la Selección de fútbol que ganó el Mundial de Qatar”. Detener un país completo por los hinchas que pudieran acercarse al Obelisco a celebrar, no suena demasiado lógico, pero tampoco es lógica la falta de decisión del gobernador Suárez que ante un hecho así, debería saber en segundos qué hacer con la provincia de Mendoza al respecto.
Recordemos cómo fue: los gobiernos de Chaco, Corrientes, Catamarca, La Rioja, Santiago del Estero, Tucumán, Santa Fe y San Juan y Mendoza anticiparon que no adherirían a la medida. No obstante en la última de esas provincias, la decisión presidencial sí iba a desarrollarse al principio, según lo anticipó Suárez, lo que causó que muchas personas modificaran sus horarios y agendas de actividades de cara a este martes.
Sin embargo, algunas horas después, cuando esas agendas ya estaban pensadas de cara a un día con tintes dominicales, con organismos estatales y muchos comercios cerrados, el gobernador cambió de idea y lo anunció simplemente mediante una red social (algo bastante poco serio también, si tenemos en cuenta que se trata de la máxima figura política mendocina). “Lo medida dispuesta por el Gobierno Nacional no tiene razonabilidad alguna. De manera que mañana la jornada de trabajo en Mendoza debe ser normal”, tuiteó el mandatario, sin seriedad aunque con una irresponsabilidad bastante propia de su gestión.
Como mendocinos le recomendamos que la próxima vez que el presidente dé a conocer medidas demagógicas, usted sea algo más responsable y coherente en sus decisiones al respecto, de lo contrario esa demagogia se vuelve bastante suya.
