La semana pasada, el profesor Antonio Rodríguez, quien desempeña funciones en la escuela albergue de Educación Técnica 4-119 “Santa María de Oro”, de Rivadavia, fue amenazado por el padre de un alumno al cual no aprobó en un examen porque lo descubrió copiando mientras rendía. Las amenazas fueron grabadas y entregadas a la Justicia.
En diálogo con La Ventana San Rafael, el docente, que además es vicedirector de la institución educativa, expresó primeramente que si bien ha realizado la denuncia correspondiente, no desea exponer al hombre que lo amenazó, sino pedirle a la sociedad que tome conciencia sobre la gravedad de estos casos, que suelen aparecer en el ambiente educativo. “La idea no es hablar sobre él ni sobre su hijo, sino que se visibilice la situación de extrema exposición que tenemos los docentes y también de extremo maltrato al que se ha llegado, y en qué condiciones tenemos que cumplir nuestra labor. Ahora se puede evidenciar por una conversación, que un poco indica por qué la educación está en las condiciones en las que está. Yo eso como docente no lo puedo permitir, pero aparte soy directivo de la escuela entonces si yo consiento ese tipo de cosas y mañana van y se lo hacen a otro docente, ¿cuál sería mi postura como responsable de una institución? Esto no es otra cosa más que una violación al Derecho Penal”, dijo y citó el Artículo 149 Bis, que establece: “Será reprimido con prisión de seis meses a dos años el que hiciere uso de amenazas para alarmar o amedrentar a una o más personas. En este caso la pena será de uno a tres años de prisión si se emplearen armas o si las amenazas fueren anónimas. Será reprimido con prisión o reclusión de dos a cuatro años el que hiciere uso de amenazas con el propósito de obligar a otro a hacer, no hacer o tolerar algo contra su voluntad”.
Recordó que esta es una situación que viene desde hace más de un año respecto de ese alumno (mayor de edad) y sus padres, razón por la cual había pedido a sus superiores no volver a ser responsable de corregirle para no tener problemas. No obstante, no se le permitió eso y el miércoles 23 estaba tomando un examen de “Instalaciones y proyectos industriales”, materia que integra los saberes y capacidades de toda la orientación mecánica que posee esa institución educativa. La prueba empezó alrededor de las 8.10 y una hora después, mientras recorría el aula, notó que el alumno tenía debajo de la hoja del examen, otra hoja escrita con fórmulas y conceptos por lo que las pidió. “Me preguntó si con eso iba a desaprobar la materia, y le dije que no estábamos todavía en esa etapa, que por lo pronto esa evaluación era inválida, pero que todavía no había llegado el tiempo en que se defina la acreditación del espacio currircular”, explicó. Al saber que el joven había llamado a su padre, preparó el teléfono para grabar la situación y efectivamente, luego el hombre ingresó al aula sin permiso para llamar al docente y amenazarlo de esta manera.
Esto es muy grave, pues se trata de una escuela que entrega un título habilitante para el ejercicio de la profesión con la responsabilidad civil que eso conlleva, lo que significa que obtener una calificación de modo fraudulento, implicaría también llegar al título de manera fraudulenta. Si lo permitimos, sería como decirle a esos padres y a esos alumnos que se esfuerzan todos los días, ‘hay una manera de obtener el título que es esforzándose, preocupándose y trabajando, pero si vienen y nos amenazan también por el camino corto van a tener el mismo título’, y eso no es correcto. El título habilita que, dadas ciertas condiciones en unos meses, esos estudiantes puedan ingresar a la docencia, entonces ¿desde qué posición ética pueden ellos formar a la generación que les sigue?”, se preguntó.
Luego de estas amenazas, el docente llevó a cabo una denuncia ante el Ministerio Público Fiscal. “Tengo que aportar algunas cosas de manera formal, que conocen tanto el auxiliar de la Fiscalía como el ayudante fiscal, por una cuestión de tiempos no lo he podido hacer. Voy a agregar las fojas que consisten en un acta, porque este padre en principio, junto con su esposa y su hijo, me difaman de punta a punta y yo hago un informe de 25 hojas dejando en claro los objetivos que en su momento perseguía, y que ahora se concretan a través de la amenaza”, señaló. En el audio, el padre habla de otro hijo supuestamente desaprobado por Rodríguez. Eso fue negado por el docente y de hecho, eso está reflejado en el mismo informe.
Aclaró que esa es una buena escuela, a la que concurren chicos de familias muy buenas, y que más allá de lo vivido, es la excepción. “Tenemos chicos a los que con las comidas diarias aseguradas y un lugar donde dormir, tal vez les podamos cambiar la posición de su destino. Eso es la excepción, porque hoy tratamos un caso con una madre también preocupada por las calificaciones de sus hijos, pero desde una posición diametralmente opuesta, nada que ver con amenazas ni con esto de la falta de honradez”, aseguró.
Sin dejar de lado los derechos que tienen los docentes a buenos sueldos y demás cuestiones de carácter político o gremial, este profesor considera que la educación debe ser entendida como una gestión que tiene que cambiar para que la cultura sea diferente.
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