Uno de los rubros más golpeados en la larga y dolorosa pandemia que padecimos todos fue el gastronómico, en especial los bares y boliches. Teniendo en cuenta esto, vemos que, si queremos apostar al turismo y a la población joven, debemos actualizar la ordenanza de diversión nocturna.
Esta es una ordenanza que quedó obsoleta en los tiempos que corren y con políticas inadecuadas e inútilmente restrictivas para un departamento que tendría que ser pujante en esta área. De estos rubros dependen muchísimas familias e incluso incontables jóvenes que trabajan para solventar sus estudios. Hablo con conocimiento de causa, ya que cuando era más joven trabajé de relaciones públicas en estos rubros y gracias a ello pude sostenerme y terminar mi carrera Universitaria. Porque me apasiona el tema, incluso día a día veo las grandes lagunas y errores en la regulación existente, es que desarrollamos algunos puntos para un programa nuevo de diversión nocturna Municipal:
- El prohibir el baile en los bares de San Rafael, cuando se respeta la capacidad estipulada por las dimensiones y naturalezas del establecimiento del que se trate, atenta directamente no sólo contra la expresión corporal de quienes solamente quieren despejarse y divertirse sin perjudicar a nadie, sino que sobre todo se perjudica a prestadores que cumpliendo con todas las normas se esfuerzan intentando ofrecer buenas alternativas y servicios, pero además al turista que no encuentra alternativas amenas, sin verse obligado a ir a una discoteca, en la que además de tener que pagar una entrada deberá soportar acumulaciones de personas en los ingresos, provocados también por la mala regulación. Teniendo en cuenta que las normas deben proteger a los más débiles, en este caso en vez de protegerlos los persiguen y atormentan, beneficiando a uno o dos en vez de apostar a una igualdad de condiciones.
- La restricción del ingreso a los locales bailables sólo genera un efecto embudo, por lo tanto, pone en riesgo a quienes se trasladan a estos establecimientos. El horario de ingreso debería eliminarse y quedaría en la creatividad de los dueños generar eventos para atraer al público más temprano. Evidentemente el argumento de que con restricciones habría menos jóvenes en la calle circulando es erróneo, porque por un lado circulan todos en las mismas franjas horarias, cercanas a la hora límite de ingreso, después de hacer las famosas “previas” en sus casas y, además, si no pueden ingresar quedan dando vueltas por la ciudad. Por otro lado, esto potencia las fiestas clandestinas.
- El expendio de alcohol debería correrse hasta las 5 de la mañana y la salida de los establecimientos también debería ser paulatina. Esto, considerando que “los consumidores de noche” son personas y no ganado que los liberamos a merced del capricho de algunos pocos “afortunados”. No nos olvidemos que además ponemos en una situación incómoda a quienes deben hacer cumplir las ordenanzas demasiado restrictivas y obsoletas.
- Los controles deben ser claros respecto a la capacidad establecida y es necesaria la sanción a quienes vendan alcohol a menores ya sea cualquier tipo de comercio. También se debe asegurar el control de quienes sean conductores designados, para que no superen los límites establecidos por la ley, como así los de velocidad. Para esto último sería de sumo aporte un cuerpo de preventores de tránsito municipal.
Ahora bien, nos parece una locura pedir alcohol 0 en una ciudad turística y promotora del vino. Creemos que el trabajo debe ser de prevención, elaborando políticas de información con folletos y charlas sobre los problemas de adicción.
- El rubro whiskería debe ser eliminado, ya que es anacrónico y la explotación sexual está prohibida por ley.
-Por otro lado, pedir seguros de caución, como una propiedad, creo que atenta contra la posibilidad de las personas de querer emprender estas actividades. Lo lógico son los seguros de responsabilidad civil que existen en el mercado.
Teniendo en cuenta ciertos puntos de la regulación, sería pertinente pensar en que hay medidas que ya se tomaron que luego fueron desechadas y vueltas a tomar, todo por la mala planificación de las que se implementan. O sea, hay normas que no son efectivas en estos tiempos, si quieren mejorar las ordenanzas escuchen a todos los que integran el rubro y no a dos o tres, porque sino pareciera ser que hay favoritismos por vaya a saber qué o cuántas razones. Creemos que la educación empieza por casa, no podemos hacer una cacería de brujas, ya que no vamos a cambiar el comportamiento, sino generar nuevos problemas como el aumento de las famosas previas y de las fiestas privadas. En definitiva, lo único que logramos es perjudicar a quienes invierten en el turismo de nuestro querido departamento, o sea, tanto a los inversores como a los consumidores. Como decía la canción que cantaba nuestro recordado músico mendocino “Marciano” Cantero: “Por Favor, déjenos bailar”
Lic. Alejandro Kachurovsky Movilización Partidaria UCR San Rafael.
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