La pequeña caminaba por el barrio La Estanzuela, en Godoy Cruz, cuando recibió un disparo. Fue internada en el hospital Notti. Por el caso hubo un aprehendido y secuestraron armas, municiones y dinero.
Pocos días después del crimen de Tiago Melchori, el pequeño de 5 años que recibió un disparo fatal cuando se encontraba en la puerta de su casa junto con su familia, otro menor de edad fue baleado en el Gran Mendoza. En esta oportunidad la víctima fue una niña de 11 años que resultó herida este martes en el abdomen, minutos antes de las 19.30, en el barrio La Estanzuela de Godoy Cruz.
Fuentes policiales indicaron que la niña estaba caminando por calles Perón y Soler de esa popular barriada cuando recibió un balazo. Un vecino que escuchó los disparos y los gritos de dolor de la menor la alzó y resguardó en su domicilio.
Luego la trasladaron a un centro de salud, pero a raíz de la gravedad de la lesión fue derivada al hospital Humberto Notti, donde fue intervenida por herida de arma de fuego. De acuerdo con fuentes del pediátrico de Guaymallén, la víctima se encontraba "fuera de peligro" la mañana de este miércoles.
Los investigadores -la causa quedó en manos de Andrea Lazo, de Homicidios- comenzaron a trabajar para dilucidar el origen del tiroteo que terminó con una niña internada.
En ese contexto, personal policial entrevistó a un hombre que aseguró que estaba arreglando su auto cuando vio a dos sujetos bajar de una camioneta blanca. Aseguró que identificó a uno de ellos y que inmediatamente comenzaron a dispararle, por lo que ingresó a su vivienda. Los agresores luego se dieron a la fuga.
De acuerdo con los testigos, el agresor tiró a matar. Y la fiscal Lazo calificó el caso como tentativa de homicidio. En la escena se escucharon, al menos, "8 detonaciones" de arma de fuego.
Tras el ataque, un llamado al 911 advirtió que una persona manipulaba armas de fuego en el interior de un automóvil gris estacionado en el mismo barrio. Se trataba de un VW Bora gris con tres mochilas en su interior.
Con ese dato, cerca de las 20.30, efectivos se dirigieron al lugar y cuando se aprestaban a revisarlo se aproximó un hombre que dijo que el vehículo es de su hijo pero que en ese momento él lo estaba ocupando.
En el interior del rodado, los policías encontraron los bolsos que contenían dos armas de fuego, municiones, cargadores y $47.835. La descripción señala que se trató de 156 proyectiles calibre 22 y 43 de 9mm; además de un total de 5 cargadores de 9 mm y 3 de calibre 22.
El vehículo fue secuestrado y el hombre que se presentó como el padre del propietario fue aprehendido.
Fuente: El Sol
