Las ráfagas ya se hacen sentir en la zona y el fuego amenaza el norte de la provincia.
Los vientos complican la tarea de los bomberos que siguen trabajando en el norte de la provincia desde el sábado pasado para apagar los incendios que afectan a las zonas de San José de la Dormida, Caminiaga y Villa María de Río Seco, entre otras.
Las condiciones climáticas siguen siendo un obstáculo para frenar las llamas que ya llevan más de 17 mil hectáreas quemadas.
La Policía Caminera advirtieron que ante la pérdida de visibilidad por polvo en suspensión en rutas y autopistas se debe reducir la velocidad sin detenerse sobre la calzada o banquina. En caso de detenerse recomiendan frenar lo mas lejos de la banquina posible. Las balizas sólo deben usarse en caso de estar detenido.