A cargo de la señora Martha Rodríguez (69), desde el lunes funciona un nuevo merendero en el barrio El Molino, el cual le da de comer a más de 30 niños, aunque se espera que con el pasar de los días se sumen muchos otros. Solicitan la colaboración de la comunidad, pero se niegan a recibir dinero (sólo alimentos o ropa que puedan utilizar los pequeños).
Todos los días, desde las 18, está abierto este nuevo espacio en el barrio, teniendo en cuenta que son muchos los pequeños que viven en esa zona y que a veces no tienen nada para comer. Fue luego de que Martha recibiera una ayuda que no se la esperaba que decidió montar este lugar, según dijo a La Ventana San Rafael.
Todas las mañanas temprano, ella fabrica pan para vender y si bien además cuenta con una humilde pensión, necesita del apoyo de los sanrafaelinos para poder seguir adelante con este proyecto. Los lunes, miércoles y viernes, la solidaria mujer les prepara chocolate a los pequeños; martes y jueves, comidas. Su hijo, quien ha podido colocar un puesto de venta de verduras, le da parte de la mercadería, mientras que su hija y nuera también han hecho algunos aportes, pero lógicamente requiere de más ayuda. Por ahora cuenta sólo con un anafe y una olla, por lo que está a la espera de cualquier tipo alimentos, leche en polvo, harina, etcétera, u otras donaciones que puedan servirle, incluyendo vasos, platos o lo que sea, además de ropa para niños (en buen estado). Lo único que no quiere –destacó– es dinero.
El lunes en la apertura del lugar, fueron 30 los comensales, de 1 a 12 años; al día siguiente eran 31, y la señora espera que vaya creciendo ese número debido a la cantidad de familias necesitadas que hay en las inmediaciones del merendero, ubicado en Vélez Sarsfield 2845. Si alguien lo necesita, puede comunicarse con ellos a los teléfonos 2604404630 (WhatsApp) o 2604611332 (llamadas).
“Yo he ido a un merendero y no te olvidás nunca más”
Gisela (31), quien estaba en el lugar, aseguró que de niña tuvo que comer varias veces en merenderos y aseguró que “no te olvidás nunca más”, por lo que remarcó la importancia que tienen este tipo de lugares para la vida de quienes no tienen otra cosa.
