Lucas Rodríguez: un artesano y músico sanrafaelino que recorre las calles de San Rafael y vive del arte

Si bien no es algo fácil ser vendedor ambulante, y mucho menos ante la crisis económica que estamos atravesando, hay quienes deciden lanzarse al camino y buscar la salida ofreciendo lo que mejor les sale: el arte.

Lucas Rodríguez tiene 28 años, es sanrafaelino pero ha recorrido otras provincias. “Yo trabajo con piedras nacionales, brasileras, algunas sudafricanas. En este momento tengo amatista africana, amatista de Kenia y algunos ojos de tigre sudafricanos”, dijo. Además de vender estos productos artesanales, también los desarrolla con sus manos, siendo algo que surgió grupos de amigos. “Yo engarzaba desde hace bastante, pero aprendí con un amigo de acá, un artesano muy bueno que ahora no está. Su apodo es ‘Toti’, él me enseñó a engarzar, aunque yo ahora tengo otro engarce muy distinto, mejoré mucho mi técnica. Gracias a eso y contactos que fui haciendo en viajes, fui creciendo y aprendiendo más”, señaló y destacó que, lejos de ser un mero adorno, las piedras son objetos muy especiales, capaces de ayudar de alguna manera al espíritu de quien las lleva. “Aprendí para qué sirve cada piedra, lo cual es importante también, porque hay que saber qué es lo que uno vende y para qué lo está vendiendo. Hay gente que lo usa por estética, hay gente que lo usa porque las piedras son transmutadoras de energía, pero también absorben energías, llevan una limpieza especial, llevan una carga”, aclaró.

Además es músico, toca la guitarra, e incluso ha compuesto temas junto a un grande de la música local como es Dorian Maronich. Su género es el rock, aunque la vida lo ha llevado a acercarse también a otros. “Soy más de la época del rock, lo que me inculcaron a mí, pero me tuve que acostumbrar un poco al folclore, al tango. Me gusta la cumbia vieja, el cuarteto… Con los viajes he ido haciendo distintos estilos de música”, recordó.

Por el momento no tiene hijos, pero está en pareja con una joven. Además de ella, son muy importantes los demás miembros de su familia, como son su madre, su hermana, su cuñado y ha sido padrino recientemente. A ellos se suman algunos primos, entre quienes está la actual presidenta del Club San Luis.

Sin entrar demasiado en temas políticos, Lucas afirma que “se puede vivir de esto, aunque hay que tratar de manejar lo mejor posible los precios”. “Por más que suban, por ahí a uno le cuesta subir porque a la gente le cuesta comprar este tema de artesanías y eso. A veces toca hacer viajes, lo que hace que no sea algo estable ya que no se puede estar siempre en el mismo lugar”, observó y concluyó: “Mis expectativas son seguir con este estilo de venta, siempre mejorando cada día, que todo mejore”.