La chica aseguró que fue vejada por allegados a su familia y obligada a prostituirse entre los 9 y 14 años, en Rivadavia. Por el caso, su progenitora sólo fue condenada a 5 años de encierro por abandono de personas. Para el juez no hubo trata y absolvieron a una hermana y a un hombre.
Entre 2013 y 2017, una serie de denuncias e informes que se recepcionaron y produjeron en el ex Órgano Administrativo Local (OAL) pusieron la mira sobre una numerosa familia de Rivadavia.
Vecinos y conocidos sostenían que estaba compuesta por varios niños y su madre, pero que la mujer los dejaba solos durante horas y, en ocasiones, por varios días.
En diversas oportunidades, las autoridades fueron puestas en alerta sobre la situación en la que se encontraban los menores: falta de cuidados básicos, maltratos, ausentismo escolar, maternidad adolescente y abusos sexuales.
Con el paso del tiempo, fueron las propias víctimas quienes decidieron hablar y relatar el infierno que vivieron durante varios años. Fue a partir de allí que la investigación se profundizó y se conoció el caso de una de las adolescentes, por el que se iniciaron expedientes en la Justicia provincial y federal.
La joven, que actualmente tiene 19 años, aseguró que sufrió desde los 9 abusos sexuales por parte de allegados a su madre, que en ocasiones pagaban para poder someterla a vejaciones. Con tan sólo 12 años, comenzó a vivir con un hombre que le aseguraba que la había comprado: la obligaba a mantener relaciones sexuales y a hacer gran parte de las tareas de la casa, en una situación de cuasi esclavitud.
La primera causa, que estuvo a cargo de la Unidad Fiscal Rivadavia-Junín, terminó en junio de 2018 con una condena contra ese hombre con el que convivió durante un largo periodo, quien la embarazó y la obligó a practicarse un aborto. El sujeto, que también fue denunciado por otras menores, recibió un castigo de nueve años de prisión.
Ahora, el expediente del fuero federal también tuvo su cierre la semana pasada y resultó con una sentencia contra la madre de la víctima, a cinco años de cárcel por abandono de personas.
En esa investigación, en la que también estuvieron imputados una hermana de la joven y el hombre que había sido condenado por los abusos, tenía como objetivo establecer si existió el delito de trata de personas, ya que, tanto la víctima como algunos familiares, dieron cuenta de que era explotada sexualmente.
Sin embargo, para el juez de Cámara Waldo Piña no hubo pruebas suficientes para atribuirles la responsabilidad con respecto a ese delito. Más allá de las declaraciones de la víctima, las medidas investigativas para determinar si los tres acusados llevaron adelante esa actividad ilícita, fueron negativas.
El magistrado consideró que si bien la joven fue víctima de situaciones de abuso sexual, esa situación ya fue juzgada por la Justicia ordinaria y no coincide con un caso de trata de personas.
Por ese motivo, tanto esa hermana de la víctima como el hombre resultaron absueltos y se ordenó la inmediata libertad de ambos en ese expediente.
Además, el juez Piña elevó una compulsa para que se investigue la comisión de delitos contra la integridad sexual contra la chica entre 2013 y 2014, así como también la situación de abandono que vivieron otros tres hermanos entre 2015 y 2017.
La versión de la víctima
"Quiero denunciar a la OAL porque siempre me dejaron abandonada. Ellos sabían la clase de madre que yo tenía y nos siguieron dejando a cargo de ella". Con esa fuerte frase, la víctima comenzó un escrito que le entregó en marzo de 2020 a la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (PROTEX) y que luego fue remitido a la Justicia federal.
La joven relató que todo comenzó en 2013, cuando se fueron a vivir a una casa del distrito Santa María de Oro. Allí, permanentemente entraban hombres para "dormir" con su madre y tuvieron problemas con el propietario del inmueble, ya que en las noches había siempre música fuerte, consumo de alcohol y drogas.
Fue por aquel entonces, que la hermana que denunció le dijo que "ya era hora de empezar a ganar plata" y que ella le podía presentar hombres que le iban a pagar. Fue así que, con 10 años, fue víctima por primera vez de un abuso sexual, surge del texto.
La muchacha agregó que ella no fue la única que sufrió esa situación, sino que otra hermana, quien en esa época tenía 13 años, también fue "vendida" y que el abusador la dejó embarazada.
Después de eso, se mudaron junto a su madre y sus hermanitos a un domicilio de calle Independencia, en la villa cabecera del departamento. La casa era propiedad del hombre que fue condenado en 2018 por los abusos.
Allí fue donde la situación de abandono se agravó y la víctima quedó a merced de ese sujeto: "Mi mamá se iba 15 días o un mes a la casa de otros hombres y nos dejaba solas con él", explicó.
Refirió que ese hombre comenzó a someterla a vejaciones y la amenazaba con "pegarle un tiro" a ella o a uno de sus hermanitos y que los iba a llevar a Bolivia. Y añadió que los encerraba con un candado y les daba gaseosa o agua con pastillas para dormir.
En la carta, denunciante asegura que su madre o su hermana iban cada 15 días para recibir dinero por parte del sujeto. En ese sentido, señaló que su progenitora la vendió y que esa situación le "arruinó la vida".
"Soporté con 12 años que un señor de 50 años abusara de mí, que me pusiera un revolver en mi cabeza, que me amenazara de muerte, que me pegara, que me humillara, que me insultara, que me dopara, que me tuviera encerrada en una habitación durante días bajo llave. Yo fui vendida y entregada a hombres por mi hermana y soporté el abandono de mi madre, que me dejó en manos de esta gente", sentenció la joven en el escrito.
Toda esa información, que de acuerdo con el fallo de Piña no era conocida anteriormente y se incorporó al expediente cuando ya habían finalizado las actuaciones en la causa, por lo que motivó la reapertura de la investigación.
Pese a eso, las pruebas no fueron suficientes ni contundentes y hasta para el magistrado hubo ciertas contradicciones que generaron la duda por la que los tres acusados no terminaron condenados por trata de personas.
Fuente: Diario El Sol
