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“Soy adoptado y creo que sos mi mamá”: la búsqueda de Gustavo para recuperar su identidad





Nació durante la dictadura y a su madre biológica le dijeron que había muerto. Su apropiador le contó la verdad en su lecho de muerte y pasó 7 años buscando a su familia.


Desde los 11 años sospechaba que era adoptado, pero lo confirmó antes de que muriera su padre. A partir de ese momento y durante 7 años, Gustavo Ortiz se dedicó a buscar a su familia biológica y finalmente logró reconstruir su identidad, arrebatada durante la última dictadura militar. Con su historia quiere dar un mensaje de fe “para que nadie pierda la esperanza”. También, tratar de contactar a más familiares.

“Hola, ¿Qué tal? Yo soy Gustavo. Me enteré de que soy adoptado y creo que sos mi mamá”, dijo al teléfono a Mirta en una conversación que le cambiaría la vida por completo.

En diálogo con TN, el hombre cuenta que nació en plena dictadura y que, como muchos de los que nacieron en ese período, fue apropiados ilegalmente. “Tenía una partida de nacimiento trucha de una clínica en Mendoza que ya no está abierta, incluso me cambiaron la fecha de nacimiento”, dijo.

En su infancia hubo un episodio que lo marcó y sembró la duda: “A los 11 años, jugando con un amiguito, para ofenderme me dijo: ‘Callate, si vos sos adoptado’ y corrí a mi casa a preguntarle a mi mamá. Me lo negó rotundamente y me retaron por decirlo. Pero yo tenía el presentimiento de que algo raro había”.

El problema es que la duda creció y acompañó a Gustavo durante gran parte de su vida. Luchó y enfrentó a sus padres cientos de veces que no se animaban a decirle la verdad hasta que su padre adoptivo tuvo cáncer y no quiso guardar más el secreto.





Es que detrás de todo, sus padres eran primos hermanos y se habían escapado a Mendoza para casarse. Allí tuvieron a una nena que nació sorda por la genética. Pero la mujer quería tener otro hijo y sabía que era inviable: “El anhelo de mi madre por tener más hijos hizo que me adopte de manera ilegal”.

“Después de una gran pelea que tuvimos, tuvo la necesidad de decírmelo. Incluso siempre me lo quiso decir, pero mi madre no. Antes que muriera me contó la verdad. Ya pasaron 7 años”, detalló el mendocino a TN y afirmó que instantáneamente decidió salir a buscar sus orígenes.

La larga búsqueda de Gustavo

Ortiz contaba con pocos datos: sabía que su madre biológica era de Villa Mercedes, San Luis, y que había nacido en una clínica cerca de la Terminal de ómnibus de Mendoza. También sabía que el nombre de la persona que había llevado a su madre a Mendoza para dar a luz.

Se había hecho un ADN en el banco de sangre de Abuelas de Plaza de Mayo, pero dio negativo. Entonces la única manera que le quedaba era buscar a través de Facebook. “La realidad es que poca gente encuentra a su familia en grupos de la red social y yo tuve suerte. Me uní a un grupo que se llama ‘¿A dónde estás?’ y me puse a investigar”, explicó.





Y agregó: “Me puse a chusmear a la gente de Villa Mercedes, fui mandando solicitudes de amistad, me metía a grupos sobre todo lo que tuviera que ver con Villa Mercedes para acercarme. Publiqué el día de mi cumpleaños (en 2020) una especie de balance sobre mi identidad y obtuve una respuesta a las 24 horas. La hija de la persona que había traído a mi mamá al pueblo prometió ayudarme a encontrarla”.

De a poco fue consiguiendo más información de su madre hasta que se topó con un compañero de trabajo que le proporcionó algunos datos más. Pero la pandemia alargó los tiempos y recién a fines de 2021 pudo encontrarse con su primogénita, Mirta.

El primer acercamiento entre Gustavo y su madre biológica

Gustavo tuvo su primer encuentro con Mirta tres días después del día de la madre de 2021. El compañero de trabajo le había dado la dirección de la casa y él viajó hacia San Luis para conocerla.

“Cuando llego a la puerta de la casa no toqué timbre. Había una niña de 10 años que merodeaba por la zona y me contó que la mujer que buscaba estaba en el cumpleaños de su abuela. Así que le pedí el número y llamé a la señora. Sí, se produjo una situación confusa porque la llamé y nadie entendía nada”, expresó.

Con nervios, pero con mucha emoción, dijo: “‘Hola, ¿Qué tal? Yo soy Gustavo. Me enteré de que soy adoptado y creo que sos mi mamá'. Empecé a nombrar datos y ella no lo podía creer. No caía. Me pasó su número y me pidió que la llamara después para hablar más tranquilos. Para mi esas horas fueron las más largas de mi vida”.

Más tarde, marcó el número con un gran nivel de tensión y le planteó que no iba a juzgarla ni a reclamar nada. “Solo quiero conocerte, conocer tus raíces y conocerte en persona”, le dijo y accedió a encontrarse el día que Gustavo volvía a Mendoza.


Mirta seguía en shock y le describió el momento del parto: “Ella no lo podía entender. La llevaron a una pensión, y al momento de tenerme, la durmieron. Le habían dicho que era una nena y que había fallecido. Por eso ella me había enterrado en su memoria. Luego se volvió a Villa Mercedes con esa noticia y ocultó esa historia a mis hermanos, que ¡son 10!”.




La mujer le pidió ser cautos porque necesitaba contarle a sus otros hijos sobre lo que había pasado, pero para Gustavo este era un nuevo comienzo. A los días, se puso en contacto con uno de sus hermanos. “Hablamos más de una hora, me entendió y me dijo: ‘Vamos para adelante’”, relató.

Cómo es el vínculo actualmente con su familia biológica

Después del primer acercamiento, sus hermanos viajaron a Mendoza a conocerlo. “Nos dimos un abrazo sincero y fraterno, de reconocimiento mutuo. Ahora estamos creando un vínculo, al toque me agregaron al grupo de WhatsApp de la familia. La verdad es que son muy buenas personas, logramos una conexión desde el primer momento”, remarcó.

La distancia no es un impedimento, ya que se turnan para viajar y seguir fortaleciendo el lazo. Valoró el acompañamiento de su esposa y su hijo en todo el proceso y aseguró ser un afortunado de la vida: “No tiene valor lo que he encontrado en este proceso de reconstrucción de identidad. Es reconfortante y sanador. Es un ejemplo de que se debe luchar y es un mensaje de fe para que no pierdan las esperanzas quienes siguen buscando sus orígenes”.

Gustavo y su familia siguen buscando a tres hermanos que todavía no pudieron recuperar su identidad.

Fuente: TN



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