Una de las personalidades en el ambiente de los medios de comunicación locales, es María Inés Riva, cuya voz está directamente vinculada a la Vendimia por su locución año a año en la Fiesta Departamental, pero que en realidad se ha destacado en muchos micrófonos.
El 16 de mayo de 1982 hizo su aparición en Radio Municipal y desde entonces, nunca dejó de sobresalir.
¿40 años ya?
Sí, un día como hoy (16 de mayo) hace 40 años ya, empecé mi tarea en la Municipalidad de San Rafael y empecé mi carrera como locutora.
¿Cómo fue?
Me acuerdo del día en que me llegó la carta de convocatoria. Porque yo salí del Comercial 2 en 1981 y en el ’82 me estaba inscribiendo en la facultad para hacer la carrera de Geografía y Ciencias Biológicas, quería ser profesora. En ese tiempo estaban haciendo una convocatoria de voces en LV18, en el Municipio, entonces había una serie de requisitos que había que cumplir porque había que rendir para ingresar. Yo salía del Comercial 2 (hoy “Islas Malvinas”), y donde está ahora el recinto del Concejo Deliberante teníamos la sala de dactilografía. Ahí nos tomaban en examen de máquinas y yo, perito mercantil, andaba muy bien para escribir a máquina. Nos pedían notas y las hacía “a ojos cerrados”. Así que esa primera parte la rendí súper bien, sin errores, porque hasta el día de hoy, siempre he sido muy obsesiva con los errores de ortografía.
Luego pedían cultura general, y como siempre he sido muy curiosa me gustaba saber. Nos preguntaron en ese momento quién era el presidente, quién era el gobernador y yo tenía idea.
Y después nos hicieron leer un texto comercial, un cuento muy bonito. Fui surgiendo así. Habíamos quedado diez seleccionados en el grupo y un día el ordenanza de LV18 golpeó las manos en mi casa y era para avisarme que me tenía que presentar a trabar en la Municipalidad.
Dejé la facultad, dejé todo y dije “me voy a trabajar”. Así empecé. Fui a conocer la radio, de qué se trataba y un día como hoy empecé a cumplir turnos. Fue hermoso. Conocí a Alejandro Rato, Beatriz Etchegoyen entre otras voces muy importantes en aquel momento.
Me recibieron grandes operadores, como Jacinto Rosales u Oscar Saromé, que me abrieron las puertas y fueron un pilar fundamental, porque eso es lo que siempre han sido los operadores de radio, ya que estaban al pie del cañón para asesorar, para decir y en una época brava ya que era un gobierno militar. Éramos muy controlados para lo que se decía, qué música tenía que salir, qué temas no, y esos fueron mis inicios. Después llegó la democracia y junto con la democracia, comenzar a trabajar en Vendimia (que era uno de mis fuertes).
Así fueron pasando los años hasta el día de hoy.
Es imaginable la cantidad de gente y amigos que has conocido.
He conocido intendentes, secretarios, directores, jefes, de todos los colores políticos hasta la actualidad y cada cambio de gobierno siempre me dejaba buenas amigas y amigos. Eso es lo primordial, más allá de que vengo desde el ámbito Justicialista. Tengo grandes amigas y amigos en la oposición. Entre las cosas lindas de la locución está el poder llevar el estandarte de “soy comunicadora”, y más allá de mi corazoncito político, poder llegar a cualquier lado.
Un día, había un acto importante en el Centro de Congresos y Exposiciones, y un colega de Diario Uno me había estado observando desde que llegué, y me dijo que “la persona más saludada del evento por todo el mundo”, era yo. Es que saludaba a peronistas, radicales, católicos, evangélicos… Esa es mi esencia. Soy así.
Querida y respetada por colegas, amigos, jóvenes y adultos, María Inés Riva es una figura local cuya presencia se hace notar por su simpatía, por su sencillez y humildad, pero también por su profesionalismo y amor por el trabajo.
¿40 años ya?
Sí, un día como hoy (16 de mayo) hace 40 años ya, empecé mi tarea en la Municipalidad de San Rafael y empecé mi carrera como locutora.
¿Cómo fue?
Me acuerdo del día en que me llegó la carta de convocatoria. Porque yo salí del Comercial 2 en 1981 y en el ’82 me estaba inscribiendo en la facultad para hacer la carrera de Geografía y Ciencias Biológicas, quería ser profesora. En ese tiempo estaban haciendo una convocatoria de voces en LV18, en el Municipio, entonces había una serie de requisitos que había que cumplir porque había que rendir para ingresar. Yo salía del Comercial 2 (hoy “Islas Malvinas”), y donde está ahora el recinto del Concejo Deliberante teníamos la sala de dactilografía. Ahí nos tomaban en examen de máquinas y yo, perito mercantil, andaba muy bien para escribir a máquina. Nos pedían notas y las hacía “a ojos cerrados”. Así que esa primera parte la rendí súper bien, sin errores, porque hasta el día de hoy, siempre he sido muy obsesiva con los errores de ortografía.
Luego pedían cultura general, y como siempre he sido muy curiosa me gustaba saber. Nos preguntaron en ese momento quién era el presidente, quién era el gobernador y yo tenía idea.
Y después nos hicieron leer un texto comercial, un cuento muy bonito. Fui surgiendo así. Habíamos quedado diez seleccionados en el grupo y un día el ordenanza de LV18 golpeó las manos en mi casa y era para avisarme que me tenía que presentar a trabar en la Municipalidad.
Dejé la facultad, dejé todo y dije “me voy a trabajar”. Así empecé. Fui a conocer la radio, de qué se trataba y un día como hoy empecé a cumplir turnos. Fue hermoso. Conocí a Alejandro Rato, Beatriz Etchegoyen entre otras voces muy importantes en aquel momento.
Me recibieron grandes operadores, como Jacinto Rosales u Oscar Saromé, que me abrieron las puertas y fueron un pilar fundamental, porque eso es lo que siempre han sido los operadores de radio, ya que estaban al pie del cañón para asesorar, para decir y en una época brava ya que era un gobierno militar. Éramos muy controlados para lo que se decía, qué música tenía que salir, qué temas no, y esos fueron mis inicios. Después llegó la democracia y junto con la democracia, comenzar a trabajar en Vendimia (que era uno de mis fuertes).
Así fueron pasando los años hasta el día de hoy.
Es imaginable la cantidad de gente y amigos que has conocido.
He conocido intendentes, secretarios, directores, jefes, de todos los colores políticos hasta la actualidad y cada cambio de gobierno siempre me dejaba buenas amigas y amigos. Eso es lo primordial, más allá de que vengo desde el ámbito Justicialista. Tengo grandes amigas y amigos en la oposición. Entre las cosas lindas de la locución está el poder llevar el estandarte de “soy comunicadora”, y más allá de mi corazoncito político, poder llegar a cualquier lado.
Un día, había un acto importante en el Centro de Congresos y Exposiciones, y un colega de Diario Uno me había estado observando desde que llegué, y me dijo que “la persona más saludada del evento por todo el mundo”, era yo. Es que saludaba a peronistas, radicales, católicos, evangélicos… Esa es mi esencia. Soy así.
Querida y respetada por colegas, amigos, jóvenes y adultos, María Inés Riva es una figura local cuya presencia se hace notar por su simpatía, por su sencillez y humildad, pero también por su profesionalismo y amor por el trabajo.
