La Comisión Episcopal criticó el ajuste en salud, respaldó el pedido de médicos del Garrahan y advirtió sobre el impacto en los más vulnerables.
A través de una carta firmada por su presidente, el arzobispo Marcelo Daniel Colombo, la Comisión Episcopal Argentina manifestó su respaldo a los trabajadores del Hospital Garrahan y criticó con dureza los recortes presupuestarios impulsados por el gobierno nacional.
En el documento enviado este jueves al personal del hospital pediátrico, los obispos se preguntaron: "¿Qué tipo de sociedad y de gobierno son capaces de no valorar adecuadamente la misión de los médicos?"
La misiva expresa preocupación por la situación del sector y reconoce la tarea de quienes se enfrentan diariamente al sufrimiento de los más chicos. "Los trabajadores del Garrahan atienden cotidianamente la dolorosa combinación entre la pobreza, la niñez y el sufrimiento, y eso los vuelve particularmente valiosos para quienes nos llamamos cristianos", destaca el texto.
Además, el Episcopado hizo explícito su respaldo a los reclamos laborales: "Queremos acercarles nuestra adhesión al pedido que hacen en relación con sus salarios y la situación general de la pediatría en el país", señala, al tiempo que califica el momento como "dramático".
Aunque los médicos residentes suspendieron las medidas de fuerza ante las presiones del Gobierno, la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) convocó a una Jornada Nacional de Lucha en todos los hospitales públicos. La protesta apunta a visibilizar los bajos sueldos, el éxodo de profesionales y la falta de soluciones por parte del Ejecutivo en la instancia de conciliación.
El mensaje de la Iglesia incluyó reflexiones de tono pastoral, pero con fuertes connotaciones políticas: "¿Qué nos ha pasado como sociedad que nos hemos vuelto insensibles al dolor de los más vulnerables: los niños y las personas con discapacidad? ¿Cómo podemos decir que valoramos toda vida y queremos defenderla cuando está amenazada si no priorizamos a quienes cuidan de la vida en todas sus formas?"
La crisis en el Garrahan se refleja también en las cifras: más de 200 trabajadores han dejado sus puestos en lo que va del año. Desde el hospital denuncian que el sueldo promedio ronda 1,5 millones de pesos, mientras que las guardias pediátricas se pagan apenas 6 mil pesos por hora, muy por debajo de los valores del ámbito privado, donde pueden llegar a 27 mil.
En el cierre del comunicado, los obispos se comprometen a difundir la demanda: "Nos ponemos a disposición para extender a través de nuestra voz un pedido tan justo como impostergable".
La tensión entre la Iglesia y el Gobierno también se evidenció durante el último tedeum, cuando el arzobispo Jorge García Cuerva le dijo al presidente Milei: "Hemos pasado todos los límites; la descalificación, la agresión constante, el destrato, la difamación, parecen moneda corriente".
