Parece que la experiencia es un grado, aunque no siempre un ejemplo.
Julio Cobos, el exvicepresidente que pasó a la historia por frenar con su “voto no positivo” la famosa 125 de Cristina Fernández de Kirchner, ahora se erige como consejero de la paz institucional. ¿El consejo? Que el presidente Javier Milei y su vice, Victoria Villarruel, se sienten a charlar y limen asperezas. Sí, ese Julio Cobos.
El actual diputado radical se mostró preocupado por la actitud del libertario durante el Te Deum del 25 de mayo, cuando Milei ignoró olímpicamente tanto a Villarruel como al jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri. Según Cobos, esa conducta refleja una preocupante falta de institucionalidad. Y claro, si alguien sabe de tensiones en la fórmula presidencial, es él.
“Dicen que si dos personas piensan igual, una no piensa. Entonces, acá molesta si se dice algo que no está en los radares extremos de los libertarios, y ya te quitan el saludo”, analizó el mendocino en Radio Rivadavia, apelando a la filosofía de café con la que siempre se despacha cuando la ocasión lo amerita.
Acto seguido, dejó caer su propuesta reconciliadora: “Invito al presidente y a la vicepresidenta a que se junten, a que limen asperezas. El país los votó a los dos, los quieren ver juntos”. Una escena de unidad nacional que, seguramente, habría sido muy útil en 2008, pero bueno... el pasado pisado.
A la hora de hacer comparaciones, Cobos aclaró que lo suyo con Cristina fue distinto. No especificó en qué sentido, pero dejó entrever que en el caso de Milei y Villarruel no hay un “hecho puntual”, sino que el problema serían los celos del entorno del presidente hacia la imagen de la vice. Algo así como una interna de egos, pero sin la épica del campo y la soja.
“Villarruel tiene buena imagen y no la están aprovechando en su función”, lamentó Cobos, quizá recordando aquellos años en los que a él tampoco lo "aprovechaban". O al menos, no como él hubiese querido.
También se refirió a la actitud de Milei con Jorge Macri durante la ceremonia: “Cuando lo vi con la mano extendida, se me vino a la memoria Perón con Balbín, o Alfonsín diciendo que un adversario no es un enemigo”. Lo que no aclaró es si él se sintió más como Balbín, como Perón o como alguien que vio una oportunidad mediática y no la quiso dejar pasar.
En modo pedagógico, Cobos subrayó que “lo que menos podés hacer en un Día de la Patria es mostrarte irrespetuoso, sobre todo cuando hay chicos mirando”. Y no perdió la chance de deslizar que el Presidente, para aprobar leyes, necesita amigos y no solo seguidores en redes.
Finalmente, el diputado radical pidió políticas educativas, infraestructura y soluciones a los problemas económicos. Y cerró con una reflexión para Milei: “Ojalá que aprenda algún día que estas cosas lo van a beneficiar. Debe corregirlas”.
Quién sabe, tal vez si el presidente le hace caso, hasta podrían terminar el mandato sin sobresaltos. Aunque con antecedentes como los de Cobos, eso no sería garantía de nada.