El Gobierno avanza en un proyecto de reforma del Código Penal que endurecería las condenas por delitos sexuales y haría efectiva la prisión perpetua.
La iniciativa, que sería presentada por el presidente Javier Milei el 1 de marzo en la apertura de sesiones ordinarias, propone sanciones más severas para los violadores y la eliminación de beneficios para quienes reciban la pena máxima.
Actualmente, el Código Penal contempla penas de entre 6 y 15 años de prisión por violación, con la posibilidad de extenderlas a 20 en casos agravados. Sin embargo, el Ejecutivo estudia imponer la prisión perpetua para estos delitos.
Desde Casa Rosada justificaron la reforma argumentando que el sistema penal ha sido "demasiado indulgente" con los delincuentes y que el objetivo es fortalecer el castigo para los agresores, sin descuidar la posibilidad de reinserción para otros detenidos.
Otro punto clave del proyecto es la modificación del régimen de prisión perpetua, que hoy permite la libertad condicional tras 35 años de cumplimiento de la condena, siempre que un informe psicológico y judicial avale la reinserción del preso. La reforma buscaría eliminar estos beneficios y asegurar que la condena sea de cumplimiento efectivo.
La propuesta será debatida en el Congreso y podría marcar un cambio significativo en la legislación penal del país.