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“Me falta un bracito”: la estremecedora frase de la nena que fue atacada por una jauría en Córdoba




Le retiraron el respirador artificial, tomó agua y pudo volver a comunicarse con su mamá. La menor sufrió fractura expuesta de omóplato derecho, lesiones en el cuero cabelludo y pabellones auriculares, y tuvieron que amputarle el brazo izquierdo.

La nena de nueve años que fue atacada por una jauría en una casa de Valle Hermoso, Córdoba, despertó este viernes, luego de estar al borde de la muerte y permanecer varios días con un respirador.

En las últimas horas, le quitaron el respirador artificial y tomó agua, según consignó El Diario de Carlos Paz. “Me falta un bracito”, le dijo a su mamá cuando pudo volver a comunicarse. Otra de sus preocupaciones era saber cómo haría para volver a la escuela.

La pequeña también sufrió fractura expuesta de omóplato derecho, lesiones en el cuero cabelludo y pabellones auriculares, y contusiones pulmonares, confirmó la directora del Hospital de Niños, Verónica Petri, cuando se difundió la noticia.

Además, el medio informó que toda la familia está recibiendo asistencia psicológica para sobrellevar el episodio traumático que se vivió en una fiesta de cumpleaños. Por orden de la fiscal de Cosquín, Paula Kelm, los animales fueron sometidos a pruebas para determinar si tenían rabia antes de que la familia los sacrificara.

“Se la estaban comiendo”

La menor había viajado con su abuela desde la localidad de Pilar para la fiesta que se llevó a cabo la tarde del domingo. “Habíamos ido a festejar el cumpleaños de mi hermana. Fui con mi nietita. La mamá de ella no fue. Éramos muchas personas, estábamos comiendo, salió, no sabemos qué pasó si se acercó a los perros que comían o qué”, expresó la abuela en diálogo con Cadena 3.

En ese sentido, señaló que los canes pudieron haberse asustado al ver a la nena corriendo y agregó: “Son cuatro perros grandes, bien cuidados y vacunados. No sabemos qué pasó. Fue un segundo”. “Lo extraño es que conocían a la nena porque ya la habían visto en otras oportunidades”, indicó.

En diálogo con Nuestra Tarde (TN), Gastón, el papá de la nena, brindó más detalles: “Fue a pasar el fin de semana allá. Su abuela estaba comiendo cuando mi hija salió al patio a jugar y no entró más. Cuando la vio era como que los perros se la estaban comiendo”.

“Al hospital llego con el brazo que le pendía de un pedazo de músculo. Tuvieron que amputárselo porque era la vida de ella o salvar el brazo”, contó Gastón.

Fuente: TN


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