Una problemática constante que aqueja a cientos de sanrafaelinos que viven en la Villa 25 de Mayo es la falta de agua, producida fundamentalmente por la falta de obras e inversión de Aguas Mendocinas (Aysam). Este martes, un reducido grupo de ellos se acercaron a hablar cara a cara con el titular del organismo en San Rafael, Juan Pablo Eraso.
Si bien los perjudicados son muchos más, un grupo de sólo 15 vecinos se acercó al centro a hacerse oír para no causar problemas mayores, teniendo en cuenta que es mucho el enojo y es mucha la gente perjudicada y en situación límite. Desde hace más de dos años que esta situación se repite y se agrava fundamentalmente en verano, debido a la existencia de turismo, lo que implica el llenado de piletas. No obstante, el problema de raíz está en que las obras con las que cuenta la Villa 25 de Mayo tienen más de 60 años y, lógicamente, el número de viviendas que había en el distrito hace tanto tiempo no es ni remotamente cercano al actual. Eso hace que las cañerías no den abasto y que no haya una distribución pareja y equitativa. Es que “cuando una parte de la Villa tiene agua, la otra se queda sin agua”, lamentan los vecinos.
“Yo he logrado que se priorice el tema de la Villa para empezar a conseguir soluciones. La solución de fondo es la ampliación de la planta, ¿se va a ampliar la planta hoy? No, todavía no logramos que empiece a construirse la planta de Balloffet que es la planta de todo San Rafael, con la que también tenemos problemas. Llevamos un año y medio con un proceso de licitación que fue a la nación, desde donde van a salir los fondos, y la nación recién la semana pasada ha resuelto que le demos para adelante con esto”, dijo Juan Pablo Eraso al ser indagado. Más allá de eso, hubo enojo porque independientemente de sus dichos y documentación firmada hace meses, no hay resultados satisfactorios para nadie.
En diálogo con La Ventana San Rafael, Marina Berrido, una de las vecinas expresó que ella vive a unos 300 metros del caño madre. “No tenemos agua. El problema es muy antiguo. Yo tengo 31 años, era chiquita y no teníamos agua, pero la gente se acostumbra y no hace el reclamo. Ahora hay muchos vecinos que se han puesto el pueblo al hombro y dijeron ‘vamos a pelear por tener el agua’. La cuestión es que hicieron un papel diciendo ‘vamos a agrandar la planta, vamos a poner una bomba más grande’ y hasta ahora no hemos visto nada. Venimos a Aysam y tampoco nos dan una solución y nos dicen ‘pasa que tenemos que conseguirlo, porque lleva su tiempo…’ No nos dan una solución”, criticó y agregó: “Les pedimos que haya alguien en la planta potabilizadora todo el día para que en caso de que haya una pérdida, esa persona vaya y solucione el tema, y dicen ’no, es complicado’. Hay un chico de la Villa que está trabajando en el centro en Aysam y es tan fácil como cambiarlo de lugar, mandarlo a la planta aquella que está cerca de su casa y que esté todo el tiempo, y nos dicen que no. Nos hablan de que derrochamos el agua y les decimos ‘si no nos sale agua en la canilla, ¿cómo vamos a derrochar el agua?’”. Aseguró que las piletas de Aysam en el distrito no reciben mantenimiento. “El agua sale con gusto a cloro o turbia a veces. No da para tomarla ni para bañarse”, lamentó.
Denuncian también que hay personas conectadas a la red de manera ilegal, pero Aysam no toma medidas concretas contra ellas.
El enojo es grande y los vecinos no descartaron volver, pero ya siendo muchos más.
