La fuerza liderada por Marcelo Romano y Mario Vadillo sigue en construcción pero llegó al podio en las Primarias.
El Partido Verde quedó posicionado como la tercera fuerza política en Mendoza luego de la PASO de este domingo. Es un lugar que le resulta cómodo y auspicioso para encarar la campaña de acá a noviembre; no tanto en cuanto a la posibilidad de llegar al Congreso de la Nación, pero sí de cara a la futura composición de la Legislatura mendocina.
Está claro que con poco más del cinco por ciento de los votos, la lista encabezada por Marcelo Romano (candidato a senador nacional) y Mario Vadillo (candidato a diputado nacional), tiene una baja perspectiva para pelear por esos cargos nacionales; en especial, por la gran diferencia existe con los partidos están por arriba.
Sin embargo, aparecen como una opción para quienes se mostraron desencantados con la dirigencia tradicional y suelen ir buscando partidos chicos o incipientes para saciar sus necesidades electorales. Alguna vez lo hicieron con el FIT y luego con la propuesta de José Luis Ramón.
Esta vez, decidieron poner el voto en ese residual que quedó de Protectora tras la pelea pública entre Ramón y Vadillo. El primero decidió finalmente blanquear su amor con el kirchnerismo. Lo hizo de hecho en su tarea como legislador nacional y terminó oficializando su pertenencia al frente que en Mendoza encabeza Anabel Fernández Sagasti.
Vadillo, en cambio, prefirió continuar jugando a ser una alternativa potable para aquellos que, sin llegar a ser antipolítica buscaban algo por afuera de los partidos tradicionales. Y así también construyó la alianza con Romano y supo recolectar en el nombre del partido y en la formación de las listas algo del mandato social que quedó flotando luego de los reclamos ambientalistas en contra de la reforma de la ley antiminera.
El Partido Verde no deja de ser un espacio en construcción. Lo muestran sus números; sobre todo, si se los compara con el porcentaje de votos en blanco en la provincia: casi el doble. Tal vez sea allí donde deba seguir trabajando y plantear sus objetivos: en seducir a una cantidad importante de mendocinos que no encuentra cabida en ninguna de las ofertas electorales actuales; que tiene bronca y lo manifiesta de esa manera.
Fuente: El Sol
