Una señora que se encontraba en un geriátrico ubicado en Independencia 519, fue visitada de manera “sorpresiva” por sus seres queridos, quienes la encontraron en muy malas condiciones. No sólo decidieron llevársela de ese lugar, sino también realizar la denuncia policial, tras lo cual aseguran haber sido amenazados por la dueña.
En diálogo con La Ventana San Rafael, Verónica Contreras, nieta de Teresa Salas (80), explicó que su abuela –quien padece demencia senil– habitaba desde hace ocho meses en ese lugar. “El 28 de julio la sacamos de ese lugar porque ella estaba totalmente descuidada, muy mal. Siempre hemos estado yendo a verla, siempre que hemos ido ella ha estado limpiecita, con todo bien, sentadita. Con este tema de la pandemia no nos dejaban acercar a ella mucho, pero un día llegamos sin avisar y nos encontramos con panoramas diferentes, porque estaba descuidada, sucia, no le habían estado dando los remedios como debe ser, estaba totalmente deshidratada”, aseguró y agregó que lo peor es que tiene escaras en el cuerpo, de las cuales una que está ubicada en la zona lumbar, “está muy comprometida y tiene que ir a cirugía, porque tiene una infección tremenda”. El 29 de julio llevaron a cabo la denuncia policial.
Dijo además, que la situación no se dio sólo con su abuela, sino que “en general se ve todo el panorama así”. “Los ancianos están al cuidado de un pibe de 18 años, y una vez mi hermana entró y encontró al pibe que había sacado los abuelos afuera, estaba frío, para él era todo un juego… no sólo no los cuida, para él es un chiste estar ahí”, dijo.
La dueña del lugar es Laura Guaigua, quien al ser cuestionada por el hecho –según Contreras– expresó que “había sido ese día, ese momento”, lo que esta familia no creyó. “Decidimos sacarla de ahí porque mi abuela estaba muy flaquita de más, está totalmente asustada, como si le hicieran algo, no la podemos cambiar, está traumada, como con un miedo tremendo a que le saquen la ropa, a que la toquen, no sé qué clase de maltrato le han estado dando porque a nosotros nos ha costado horrores ahora quererla limpiar, cambiar”, destacó y agregó que hasta el momento en que la sacaron del geriátrico, no sabían sobre las escaras.
Amenazas
Así mismo, Contreras dijo que tras hacer la denuncia policial, Guaigua los ha estado amenazando telefónicamente, razón por la cual decidieron recurrir a los medios de comunicación. “Queremos que se haga más público, tiene varias denuncias el lugar pero se ve que nunca se hizo público”, señaló.
