San Rafael, Mendoza, el país y –obviamente– el mundo, se encuentran en medio de una tormenta abrumadora, donde existe un claro tire y afloje entre la economía y la salud, en la que parece haber enemigos que conviven en un mismo flanco del campo de batalla. Quien decide a veces parece ajeno a la realidad, o como ha pasado cientos de veces en el país, considera estar respirando los aires de otras tierras. No hay grieta, en esta sí, más o menos, son todos iguales.
No es raro caminar por las calles y ver persianas bajas, pero no por la existencia de un nuevo decreto “a fase 1”, sino definitivamente, porque no dan los costos… y mucho menos las ganancias. No es culpa de un funcionario, de un partido político ni de sus votantes, “simplemente” es una pandemia que de simple no tiene nada. No obstante, las medidas que se toman parecen ser un ensayo permanente, con errores recurrentes para los que hubo más de 14 meses de intensa preparación, evaluando los errores y aciertos de otros países, que ahora –como siempre– dan la sensación de protagonizar otra película.
Mientras las obras privadas están detenidas “debido a la pandemia”, supuestamente ante una clara (o presunta) necesidad de que los trabajadores no pisen sus áreas de trabajo, nos encontramos con un Gobierno jactándose de las obras que está llevando a cabo prácticamente día y noche. ¿El tractorista de una obra privada puede ser peligroso, el de una obra pública no? Son simples detalles que llenan de enojo a muchas personas. No se busca criticar o golpear a nadie, es sólo pedir un poco más de coherencia para que nadie resulte lastimado. Es algo que se da en otros ámbitos, porque trabajadores esperando trabajar los hay de a millones, y es muy ingenuo pensar que alguien está dispuesto a fundirse como lo hizo el vecino –o él mismo– el año pasado, en la búsqueda de una puerta que sólo llevó a continuar el mismo camino.
La educación es otro tema, pues requiere otro análisis para el cual también hubo mucho tiempo de evaluaciones, pero nos encontramos en un país que tiene la mala costumbre de buscar resultados diferentes en sumas idénticas… y eso pasa con todo. Hay políticos que se dan el lujo de compararnos con países como Alemania, pero cabe decir que los países europeos les dan otros sueldos a sus docentes, realmente muy distintos, pues se trata de quienes tienen nada menos que la responsabilidad de darle conocimientos al pueblo. Por estos lados del universo, todo parece estar hecho en un constante “más o menos” que no nos lleva a ninguna parte. Los chicos, los jóvenes y miles de adultos también, esperan por buena educación, la única salida posible a tanta miseria junta, pero casi en un juego inconducente hay quienes suponen que 2 + 2 algún día dará 5. No, la educación vía web fue un desastre en el 2020 y lo será también en el 2021, y eso sin contar los miles y miles de estudiantes que no tienen buen acceso a internet. Simplemente, una vergüenza.
Siguen tomando medidas, siguen nadando en un lodo que a cada minuto parece volverse más espeso. ¿Le encontrarán la salida al túnel?, ¿tiene salida? Depende de personas que a fin de mes tienen muy poco tiempo para pensar en deudas, mucho menos parecen ocupar ese tiempo en las deudas ajenas, con los sueldos ajenos.
