El tratado se aprobó en la gestión de Macri, pero se publicó en el Boletín Oficial en diciembre, mientras se negociaba la compra y el traslado de la vacuna Sputnik V. La instalación usará el sistema de posicionamiento Glonass, que permite conocer la ubicación exacta de dispositivos.
En diciembre pasado, mientras la Argentina negociaba la compra y el traslado de la vacuna Sputnik V con Rusia, el régimen de Vladimir Putin apuró la aprobación, en la cámara de diputados y en la de senadores de su país, de un acuerdo en materia espacial, el llamado “Protocolo entre el Gobierno Gobierno de la República Argentina y el Gobierno de la Federación de Rusia sobre Cooperación en el Campo de la Exploración y la Utilización del Espacio Ultraterrestre con Fines Pacíficos”.
El acuerdo se firmó el 8 de octubre de 2019, durante el gobierno de Mauricio Macri, pero se publicó el 4 de diciembre de 2020 en el Boletín Oficial, en el ítem “Tratados y Convenios Internacionales”. En su publicación, se indicó que no requirió de aprobación parlamentaria para su entrada en vigor.
Aunque en la Argentina todavía no cobró repercusión, en Rusia, en cambio, hubo más difusión: para el gobierno ruso, se presume que el protocolo viabilizará su objetivo de desplegar estaciones terrestres en el país austral.
Rossiya Segodnya, la agencia de noticias controlada por el gobierno de Moscú, explicó que tras la aprobación del tratado “se prevé que sirva para implementar los proyectos conjuntos ya planeados para desplegar en la Argentina estaciones terrestres del sistema de posicionamiento global Glonass (la tecnología que usan los GPS rusos) y una instalación óptico-electrónica de alerta sobre situaciones peligrosas en el espacio circunterrestre”. También, se incluye en el plan “proporcionar servicios de lanzamiento y colaborar en la creación de equipos espaciales”.
De acuerdo a Clarín, de esta manera, Putin abrió una puerta diplomática que le permitirá acceder a territorio argentino, siempre en colaboración con el Estado Nacional, para instalar al menos una base de captación de datos vía satélite, con la tecnología que usa Rusia para conocer la exacta ubicación de cada celular o vehículo que utilice el mismo esquema de GPS.
“Con polémica por las discusiones respecto a la soberanía nacional y el verdadero uso de estas captaciones de información, Rusia ya instaló una base de Glonass como la proyectada para la Argentina en otras naciones latinoamericanas, como Brasil, Guatemala y Cuba”, publicó Clarín.
¿En qué materias se comprometen la Argentina y Rusia a cooperar, según el protocolo? En “ciencia espacial y exploración del espacio ultraterrestre, incluyendo investigación astrofísica y estudios planetarios; teleobservación de la Tierra desde el espacio; comunicaciones satelitales y tecnologías informáticas; navegación satelital y servicios relacionados; geodesia espacial y meteorología; estudios de materiales espaciales; biología espacial y medicina; vuelos espaciales tripulados; provisión y uso de servicios de lanzamiento de naves espaciales; uso de resultados de las actividades conjuntas para el desarrollo de equipos; protección del ambiente espacial, incluyendo mitigación de desechos espaciales; y regulación científica y legal internacional de actividades espaciales”.
En uno de los artículos difundidos por medios de prensa de Rusia, se cita a un académico colombiano y a otro argentino, con estudios realizados en el país de Putin, que aseguran que implementar el sistema de GPS Glonass podría ser positivo para la Argentina, entre otras cuestiones, porque ante una hipótesis de conflicto con los países desarrollados de occidente, podría acceder a usar la tecnología de GPS ideada en Moscú.
