Carlos J. Tassaroli tenía poco más de 12 años cuando aprendió el oficio de tornero. En 1953, concretó su sueño de ser un empresario independiente cuando fundó su propia compañía en un terreno pegado a su casa. "Yo hice sexto grado de noche, hasta ahí llegué", admitió.
Con los años, aquel modesto negocio creció y se inclinó por la fabricación máquinas y herramientas industriales para los sectores petrolero, minero y autopartista. Como consecuencia, se transformó de una compañía de 15 trabajadores a una de 200, que exporta la mitad de su producción y cuenta con una planta industrial de 5.000 m2 cubiertos en San Rafael, Mendoza. Sus productos más demandados son los cañones de punzado, mandriles y válvulas. Brasil y Chile son sus principales mercados de exportación, pero también llegan a Colombia, Ecuador y Estados Unidos.
Aunque el patriarca ya no cumple funciones, su familia aún participa en la gestión de la empresa. "Empecé a trabajar en el área de producción, luego en ingeniería y así fui pasando por los diferentes sectores", cuenta su hijo Carlos A., actual presidente de Tassaroli y agrega: "Nos sentimos orgullosos de nuestros valores y tenemos un compromiso para muchos años porque hay varias familias que viven de esto", añadió. Álvaro, nieto del fundador, también ascendió hasta alcanzar el puesto de gerente comercial.
Con los años, aquel modesto negocio creció y se inclinó por la fabricación máquinas y herramientas industriales para los sectores petrolero, minero y autopartista. Como consecuencia, se transformó de una compañía de 15 trabajadores a una de 200, que exporta la mitad de su producción y cuenta con una planta industrial de 5.000 m2 cubiertos en San Rafael, Mendoza. Sus productos más demandados son los cañones de punzado, mandriles y válvulas. Brasil y Chile son sus principales mercados de exportación, pero también llegan a Colombia, Ecuador y Estados Unidos.
Aunque el patriarca ya no cumple funciones, su familia aún participa en la gestión de la empresa. "Empecé a trabajar en el área de producción, luego en ingeniería y así fui pasando por los diferentes sectores", cuenta su hijo Carlos A., actual presidente de Tassaroli y agrega: "Nos sentimos orgullosos de nuestros valores y tenemos un compromiso para muchos años porque hay varias familias que viven de esto", añadió. Álvaro, nieto del fundador, también ascendió hasta alcanzar el puesto de gerente comercial.
La firma ha sido reconocida por su compromiso con la investigación y el desarrollo para la innovación de productos y procesos: ganó la edición 2004 del Premio al Empresario Innovador en la Región de Cuyo que otorgaba la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva y en 2009 recibió el Premio Tenaris al Desarrollo Tecnológico Argentino.
Aún en su retiro, Carlos J. Tassaroli no pierde de vista a la empresa que ayudó a crear. "Viene todos los días a dar una vuelta por la compañía", reconoció su hijo.
Aún en su retiro, Carlos J. Tassaroli no pierde de vista a la empresa que ayudó a crear. "Viene todos los días a dar una vuelta por la compañía", reconoció su hijo.
Fuente: La Nación
