Alberto José Pantó, más conocido como “Gusano” es un querido hombre del ambiente del rock local y también del fútbol. Un verdadero personaje que le da a la amistad el valor que se merece y así lo hacen saber la enorme cantidad de personas que, a diario, saluda con una sonrisa.
Con 58 años, el “Gusano” Pantó es ya un personaje urbano sanrafaelino, alguien muy conocido en el ambiente artístico sanrafaelino que sin dudarlo saluda a todo el que se le cruza. Si bien muchos creen que su sobrenombre surge de su delgadez, en realidad se lo colocó su abuelo ya que siendo chico, se metía en la cama y debajo de las sábanas se daba vuelta hasta salir por el otro lado.
Actualmente, trabaja en un kiosco de calle Bernardo de Irigoyen junto a uno de sus más queridos amigos, en el restaurante Bon Vivant en relaciones públicas y está comenzando con un programa en una FM. Es que tiene importantes conocimientos en música, teniendo en cuenta que, entre otras cosas, vivió algunos años en Toulouse, Francia, donde trabajó como disc jockey.
Con sólo 12 años, comenzó a poner música en el boliche sanrafaelino Pícolo. Tuvo la posibilidad de vivir un tiempo en Buenos Aires y conocer un ambiente más vanguardista, donde sonaban bandas internacionales y nacionales que aún no habían llegado a San Rafael o que lo hacían muy poco. “Mi corazoncito está en el rock and roll, la onda disco, todo de antes. Me gusta algo de ahora, pero siempre me tiro por lo de antes”, señala y con nostalgia recuerda haber estado en míticos conciertos de ACDC y Pink Floyd, entre otros.
Además, tiene un enorme gusto por el fútbol, deporte que practica desde muy chico. Es simpatizante de River Plate, club en el que tuvo la posibilidad de jugar en la reserva. Es sobrino segundo de Amadeo Raúl Carrizo a quien sin dudarlo describe como “el mejor arquero del mundo”. “Yo jugaba en las inferiores de Deportivo (de San Rafael) y me mandó llamar él. Me fui con él, jugué en Estudiantes de Buenos Aires y después me fui a la reserva de River”. Allí entabló amistad con Luis Alberto Landaburu y el “Beto” Alonso, entre varias otras figuras.
A nivel personal, tiene dos hijos: Kevin de 24 años y Rocío de 17; además una hermana y una inmensa familia de amigos, a los que valora mucho. Al ingresar en este tema, no puede evitar recordar con mucho amor a sus padres.
A pesar de haber tenido la oportunidad de vivir en Capital e incluso en otras ciudades del mundo, se muestra muy feliz de poder hacerlo en San Rafael.
Con 58 años, el “Gusano” Pantó es ya un personaje urbano sanrafaelino, alguien muy conocido en el ambiente artístico sanrafaelino que sin dudarlo saluda a todo el que se le cruza. Si bien muchos creen que su sobrenombre surge de su delgadez, en realidad se lo colocó su abuelo ya que siendo chico, se metía en la cama y debajo de las sábanas se daba vuelta hasta salir por el otro lado.
Actualmente, trabaja en un kiosco de calle Bernardo de Irigoyen junto a uno de sus más queridos amigos, en el restaurante Bon Vivant en relaciones públicas y está comenzando con un programa en una FM. Es que tiene importantes conocimientos en música, teniendo en cuenta que, entre otras cosas, vivió algunos años en Toulouse, Francia, donde trabajó como disc jockey.
Con sólo 12 años, comenzó a poner música en el boliche sanrafaelino Pícolo. Tuvo la posibilidad de vivir un tiempo en Buenos Aires y conocer un ambiente más vanguardista, donde sonaban bandas internacionales y nacionales que aún no habían llegado a San Rafael o que lo hacían muy poco. “Mi corazoncito está en el rock and roll, la onda disco, todo de antes. Me gusta algo de ahora, pero siempre me tiro por lo de antes”, señala y con nostalgia recuerda haber estado en míticos conciertos de ACDC y Pink Floyd, entre otros.
Además, tiene un enorme gusto por el fútbol, deporte que practica desde muy chico. Es simpatizante de River Plate, club en el que tuvo la posibilidad de jugar en la reserva. Es sobrino segundo de Amadeo Raúl Carrizo a quien sin dudarlo describe como “el mejor arquero del mundo”. “Yo jugaba en las inferiores de Deportivo (de San Rafael) y me mandó llamar él. Me fui con él, jugué en Estudiantes de Buenos Aires y después me fui a la reserva de River”. Allí entabló amistad con Luis Alberto Landaburu y el “Beto” Alonso, entre varias otras figuras.
A nivel personal, tiene dos hijos: Kevin de 24 años y Rocío de 17; además una hermana y una inmensa familia de amigos, a los que valora mucho. Al ingresar en este tema, no puede evitar recordar con mucho amor a sus padres.
A pesar de haber tenido la oportunidad de vivir en Capital e incluso en otras ciudades del mundo, se muestra muy feliz de poder hacerlo en San Rafael.
